Mensaje de la Federación del Centro del Partido Obrero Francés dirigido al Partido Obrero Belga.
Ciudadanos:
Fiel a sus deberes internacionales, el Partido Obrero francés no podía asistir impasible a los fusilamientos, a las prisiones y a las calumnias de que es blanco, de algunos días a esta parte, el proletariado belga.
Protestamos al par de vosotros contra los manejos de una Prensa servil que tiende a transformar en ladrones y asesinos a los robados y asesinados de vuestras minas y de vuestras fábricas, evacuadas por el paro y el hambre.
Denunciamos, al par de vosotros, a vuestro mezquino e infame Gobierno, que parodia a Bismarck y Alejandro III en la represión de vuestras organizaciones obreras, y sólo tiene soldados, sólo alcanza victorias en contra de las turbas desarmadas.
Ese movimiento, que se explota así en vuestro detrimento, no es más que una explosión de los padecimientos y de los odios largo tiempo acumulados por la explotación capitalista; es la baja continua de la mano de obra, confesada en la tribuna de la Cámara por vuestro primer Ministro; son los perfeccionamientos de la maquinaria, que reducen en la industria vidriera los brazos y los jornales; es el aniquilamiento de la pequeña industria, que, condenando a la misma lucha a trabajadores y maestros, han sido causa de las violencias parciales que sirven de pretexto a una burguesía tan cobarde como cruel para cebarse en la matanza de los trabajadores indefensos.
El socialismo es ajeno al movimiento actual, como lo demuestra el que no hayáis tomado parte en una lucha sin esperanzas y el que reivindiquéis ese sufragio universal que, si bien no es la emancipación, será una nueva arma de combate. Lo demostraréis mejor aún el día en que los acontecimientos, cuya iniciativa sólo puede proceder de un gran país como Alemania, Inglaterra o Francia, os permitan entrar en campaña, no para quemar uno o dos presidios industriales, sino para apoderaros del poder político y emplearle en la restitución a la nación obrera de todos los medios de producción.
Pero tales y como se han producido esas revueltas que han hecho temblar a vuestros amos, son uno de los signos precursores de la revolución que no puede tardar: ellas han revelado a los más miopes los antagonismos sociales que entraña el sistema anárquico burgués, y que se desarrollan y agravan con la evolución de la producción capitalista; antagonismos que no llagarán a suprimir los fusiles de vuestros van der Smissen, como no lo lograron en 1871 las ametralladoras de nuestros Gallifet.
Vuestro levantamiento del Hainaut, como nuestras huelgas del Aveyrón, como los motines de los obreros sin trabajo de Inglaterra, son otras tantas convulsiones de un mundo que expira, y cuyo fin saludamos a los gritos de
¡Viva la Bélgica proletaria!
¡Viva la unión internacional de los trabajadores!
¡Viva la Revolución Social!
Por la Federación del Centro del Partido Obrero Francés.— El Secretario, HENRY.
Fuente: El Socialista n° 5, Madrid, 9 abril 1886, p. 2