Thomas Rose. Les socialistes en France, 1871-1914.

Tras la derrota de la Comuna de París en 1871, Francia se industrializa y se desarrolla una clase obrera moderna. Comenzaron a surgir diversas organizaciones que se reivindicaban socialistas. Las ideas marxistas de transformación social se extendieron, al igual que el objetivo de construir un partido obrero. Con las primeras victorias electorales, crece la esperanza de muchos militantes socialistas de transformar progresivamente la nueva república en una «república social». Pero la integración en la vida parlamentaria favoreció el electoralismo. Otros militantes preferían trabajar en la construcción de sindicatos. El socialismo buscaba su camino.
A finales del siglo XIX, las distintas corrientes del socialismo en Francia tuvieron que enfrentarse a numerosos problemas políticos, causados en particular por la entrada en el gobierno del socialista Millerand. Tras muchos intentos, las corrientes socialistas se unieron en 1905 para formar la SFIO, la sección francesa de la Internacional Socialista. Entre los reformistas partidarios de la voz parlamentaria y los que querían permanecer fieles a las enseñanzas marxistas, el partido socialista se inclinó progresivamente hacia los primeros. Los militantes más radicales se apartaron del partido socialista y se integraron en el movimiento sindical, es decir, en la CGT. En agosto de 1914, cuando se declaró la guerra, la SFIO aprobó la Unión Sagrada y abandonó sus objetivos revolucionarios.